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Cómo apoyar a un niño o niña autista en la gestión de múltiples tareas

Cuando un niño o niña con autismo enfrenta varias tareas a la vez, puede resultar desafiante gestionar los cambios de actividad. Mientras que algunas personas pueden dividir su atención entre múltiples estímulos simultáneamente, los niños con un pensamiento monotrópico suelen enfocarse intensamente en una sola actividad, lo que puede hacer que las transiciones y la multi-tarea sean complicadas.

Este patrón de atención no es un déficit, sino una forma diferente de procesar la información. Entenderlo es clave para apoyar a los niños en su desarrollo, adaptando estrategias que les permitan gestionar sus tareas de manera efectiva sin generar frustración o sobrecarga sensorial.

¿Por qué un niño autista puede tener dificultades con la multi-tarea?

El monotropismo es una teoría desarrollada por Dinah Murray y Wenn Lawson que explica cómo la mente autista se enfoca en un número reducido de intereses o tareas a la vez. Esta forma de atención profunda facilita el aprendizaje detallado y especializado, pero también puede dificultar la gestión de múltiples actividades simultáneas.

Algunas características del pensamiento monotrópico incluyen:

  • Enfoque intenso en un solo estímulo: Una vez que un niño con autismo se sumerge en una tarea, cambiar de actividad puede resultar difícil.
  • Dificultad para procesar varios estímulos a la vez: Un entorno con muchas distracciones puede generar sobrecarga sensorial.
  • Resistencia a los cambios abruptos: Las transiciones entre tareas sin preparación pueden generar frustración o ansiedad.

Comprender estos procesos nos ayuda a apoyar la autonomía de los niños y niñas con estrategias efectivas que les permitan gestionar mejor sus tareas diarias.

Para conocer más sobre esta teoría, puedes visitar monotropism.org.

Estrategias efectivas para la gestión de múltiples tareas en niños autistas

1. Crear un entorno estructurado para apoyar la gestión de tareas

Tener una rutina clara y predecible facilita la transición entre actividades. Algunas herramientas útiles incluyen:

  • Horarios visuales con pictogramas o imágenes para anticipar cada actividad.
  • Listas de pasos para dividir las tareas en pequeñas acciones concretas.
  • Uso de temporizadores para señalar cuánto tiempo durará cada actividad.

Establecer estructuras claras reduce la ansiedad y mejora la capacidad del niño para pasar de una tarea a otra sin sentirse abrumado.

Si quieres conocer más sobre estrategias para mejorar la planificación y organización en niños con autismo, puedes leer nuestro artículo sobre funciones ejecutivas en niños.

2. Aprovechar sus intereses para facilitar el aprendizaje

Muchos niños autistas tienen intereses específicos y profundos. Utilizar estos intereses como base para introducir nuevas actividades puede hacer que la gestión de múltiples tareas sea más fluida.

Por ejemplo, si un niño está fascinado por los trenes, se pueden organizar sus actividades alrededor de esta temática. Esto no solo mantiene su atención, sino que también convierte las tareas en experiencias más significativas para él.

3. Minimizar distracciones y sobrecarga sensorial

El entorno puede influir directamente en la capacidad de concentración y transición entre tareas. Para mejorar la gestión de múltiples actividades, es recomendable:

  • Crear espacios de trabajo tranquilos y sin ruidos excesivos.
  • Evitar luces brillantes o intermitentes que puedan resultar distractoras.
  • Usar auriculares con cancelación de ruido si los sonidos del entorno generan ansiedad.

Reducir estos estímulos innecesarios ayuda a que el niño pueda enfocarse mejor y cambiar de tarea de manera más fluida.

4. Utilizar apoyos visuales y temporales

Los niños autistas suelen beneficiarse de estrategias visuales que les ayuden a estructurar el tiempo y las actividades. Algunas herramientas eficaces incluyen:

  • Temporizadores visuales que indican cuánto tiempo queda antes de cambiar de actividad.
  • Tablas de refuerzo que muestran el progreso y ayudan a motivar la finalización de tareas.
  • Historias sociales que explican cómo se desarrollará una actividad nueva y qué se espera de ellos.

Estas estrategias permiten una mejor comprensión de las expectativas y reducen la incertidumbre en los cambios de tarea.

5. Respetar los tiempos de procesamiento

Cada niño tiene su propio ritmo para procesar la información y responder a los estímulos. Es importante no forzar las transiciones entre actividades y permitir tiempos de descanso cuando sea necesario. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Dar tiempo suficiente para cambiar de tarea sin presión.
  • Evitar interrupciones bruscas cuando el niño está concentrado.
  • Permitir pausas entre actividades para evitar la sobrecarga cognitiva.

Brindar un espacio adecuado para que los niños procesen la información de manera natural mejora su capacidad para gestionar varias tareas de forma efectiva.

¿Es malo que a un niño o niña le cueste la gestión de múltiples tareas?

Cada niño y/o niña es único y nunca existe la obligación de que se comporten de determinada manera. Enfocarse profundamente en un tema es algo válido y valioso. No obstante, en el día a día de nuestros pequeños, a veces sí que es necesario el cambio entre tareas y a veces incluso la gestión de varias al mismo tiempo. Lo más importante es respetar los tiempos de procesamiento de nuestros peques sin forzarles y emplear las estrategias mencionadas en este post (u otras que ya conozcáis) para ayudarle a realizar la transición entre actividades.

En Neural KIDS, trabajamos con herramientas especializadas para acompañar a cada niño y niña en su desarrollo. Si buscas orientación o apoyo profesional, puedes contactarnos aquí:

Para seguir aprendiendo sobre autismo, neurodesarrollo y estrategias de apoyo, lee más en nuestro blog.

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